2010/02/25

Amets prefabrikatuak_istorioa

Esto es el comienzo de...algo, no sé que será, ni siquiera sé si podré definirlo, digamos que es un ejercicio, un divertimento, una historia si quereis...Pero tiene hoja de instrucciones. Intentaré acompañar acada "relato", cada parte de esta historia con música, determinada, e intentaré que no exceda del minutaje de la canción y que lo acompañe bien...será un intento, un juego, un experimento. De momento, antes de empezar a leer, darle al play y cuando empiece a sonar Finley Quaye, "Even after all", podeis comenzar a leer. Intentaré que la historia tenga continuidad y que sea entretenida! No prometo nada...



Cada día se levanta a las 07.00 de la mañana, con la canción que en ese momento el DJ o la máquina o lo que sea que pone las canciones en la radio a esas horas ha elegido; normalmente una buena canción de un buen grupo tipo The Stranglers, Everything but the girl, Finley Quaye. Ideales para empezar bien el día piensa.
A las 07.10, tras esos cinco minutos de pereza, de escuchar la canción e incluso tararearla y de dar un par de vueltas notando el calor de las mantas, uno de los mayores placeres del día, se dirige al baño, después a la cocina, prepara el café en su cafetera italiana y cada día repite ritual: poner la mesa, sacar el tazón, la leche, los cereales, el jamón york, un tomate, la tostadora (sí, se ha aficionado a los desayunos salados), el pan y el zumo (de naranja!). En cuanto acaba de poner la mesa, la cafetera comienza silbar y un delicioso olor a café inunda la casa; otro de los mejores momentos del día, sobre todo si por la ventana entra el sol, anunciando un buen día.



Le gusta coger el tazón de café con leche, apretarlo con las manos y notar el calor entre los dedos. Eres un peliculero y un flipado le dice siempre su amigo Kerman. Pero para el es un placer, otro más que repite cada mañana. Le gusta la primavera por las ganas con que recibe al sol. No le gusta cuando se le derrama el café y tampoco cuando al ducharse se escapa agua por alguna esquina. Pero le encanta despertarse por la mañana y notar que entra el sol por la ventana.
A las 07.30 acaba de desayunar, siempre con precisión milimétrica. Ahora es la hora de vestirse, ir al baño y disponerse para un nuevo día. Abrir el armario, repasar el vestuario ordenado y elegir. Las camisetas, ordenadas en los cajones, y las camisas, en las perchas, junto a los pantalones. Zapatillas o zapatos? Calcetines de colores u oscuros?Toca poner la lavadora. Compraré pan de semillas hoy.. El espejo es su confidente cada mañana cuando se repite la lista de tareas del día. Me sirve de recordatorio, dice él.
Le gusta atarse los zapatos tal y como se lo enseñó su padre de pequeño, dejando escapar uno de los nudos, sin hacer el lazo a la primera, si no obligándole a pasar de largo primero y luego volver para atarse durante todo el día con el otro lazo. Le gusta porque siente que es una manera diferente y delicada de atarse los zapatos. Le gusta el sol, le gusta mirar lo que le rodea y odia cuando se queda sin agua caliente en la ducha.
Le gusta salir de casa pensando que el día le deparara sorpresas.
Antes de salir de casa siempre, siempre, se toca los dos bolsillos del pantalón, para saber si ha cogido la cartera (bolsillo izquierdo) y las llaves (bolsillo derecho). Le gusta. Le da seguridad. Sabe que volverá a casa. Sabe que pensar eso es una tontería, pero eso mismo es lo que le gusta, las tonterias que lo hacen feliz.
Hoy se dispone a salir, como siempre. Pero no sabe que hoy el día será diferente. No sabe que cuando vuelva será diferente. Porque el día de hoy tiene previstas muchas sorpresas.

2 comentarios:

Dolç addictes dijo...

Oh!

no más comentarios por ahora... ;)!

Anónimo dijo...

Estoy deseando saber como sigue el día !!Que sorpresas le depara el destino !! .....El día que a empezado hoy .......:D